miércoles, 29 de agosto de 2012

Adolfo Mogilevsky, orgullo y ejemplo macabeo



Adolfo Mogilevsky, uno de los grandes lideres de la historia macabea, falleció anoche, a los 96 años de vida. Entre otras cosas, "Mogui" fue director del Departamento de Educación Física y del Curso de Líderes durante mucho tiempo, y además fuera de Macabi fue un pilar del deporte de la colectividad judía, tanto a nivel nacional como mundial. No sólo fue reconocido dentro de la comunidad, sino que fue un grande del fútbol argentino tanto en clubes como en la Selección. Sin dudas un ejemplo de persona y uno de los grandes orgullos macabeos. Conocé un poco de la vida de este enorme personaje, en la siguiente nota.




La noticia, que sin dudas sacudió a todos los que lo conocieron alguna vez u oyeron hablar de él, se dio a conocer en la mañana del martes, y no sólo circuló entre los miembros e instituciones de la colectividad judía, sino que también varios medios digitales del país -Clarín, Perfil y Terra, entre otros- se hicieron eco de la desgracia. Tras 96 años de una vida llena de logros, enseñanzas, innovaciones, trasmisión de valores judíos y muchísimas cosas más, falleció Adolfo Mogilevsky.

Adolfo, que nació el 22 de agosto de 1916, fue macabeo desde muy joven. Entre los 18 y los 26 años formó parte de los equipos de: lucha -donde se destacó, recibiendo varias distinciones-, rugby y judo. Además, a los 24, y por un lapso de nueve años, fue director del Departamento de Educación Física y del Curso de Líderes. En 1949 dejó de trabajar en Macabi -luego volvería-, para emprender una gran carrera. Por un lado, trabajó en los departamentos de educación física de Hacoaj y Hebraica, pero también estuvo en casi una decena de equipos de AFA, desempeñándose en diversas funciones. Muchos lo recuerdan por ser el creador de las pretemporadas. Sin embargo esto no sería todo; también trabajó en la AFA con las selecciones nacionales en distintas competencias, y hasta fue kinesiólogo del Comité Olímpico Argentino, participando de Juegos Olímpicos y Panamericanos. A su vez viajó a cinco Macabeadas Mundiales, ocupando distintos cargos, entre el que se destaca el haber viajado como presidente de FACCMA, en 1981. Estos son sólo algunos de los muchísimos items que tiene su increíble curriculum.

Pero tan importante como las numerables cosas que hizo y que se pueden listar en un curriculum, son los valores que transmitió a todos sus alumnos, dirigidos, compañeros o simplemente conocidos. Quienes trataron con él, cuentan que Adolfo "era un formador de individuos íntegros, que hacía del deporte un verdadero medio educativo, fortaleciendo los valores macabeos", y que a pesar de ser de Macabi, para él no había distinción de clubes mientras la formación de jóvenes judíos deportistas sea el objetivo. Se lo recordará siempre como "un profesor humilde y positivo, que todo lo que sabía lo enseñaba".  En cada una de las charlas o capacitaciones que daba, por sobre todas las capacidades de educar, Adolfo no hacía más que transmitir valores y por eso se lo recuerda como un maestro de toda la vida, aún en sus últimos años. Dentro del Movimiento Macabeo Mundial fue todo un referente y un ejemplo a seguir, tal es así que recibió el Yakir Macabi, máximo reconocimiento a la dirigencia macabea.

Este año, Adolfo estuvo en Macabi y encendió la antorcha del Mundialito de fútbol, ante cientos de chicos que cuando sean grandes entenderán lo importante que fue este macabeo.

Una partida que entristece a todos, pero que seguramente a la larga generará más orgullo y alegría que cualquier otra cosa, por todo lo que hizo esta gran persona y el camino que marcó para todos los macabeos.


Por Juli Micheles

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