Un emblema de la institución, un fanático de la camiseta y de su deporte. Querido y respetado por sus compañeros, rivales y profesores". Así empezó Fabián Zaselsky la entrega del último premio de la gran noche del Deporte Macabeo: el Yehuda de Oro. Un reconocimiento que todo aquel que siente la camiseta de Macabi quisiera recibir, pero que sólo condecora a un deportista por año. Este año el ganador del Yehuda de Oro fue Martín Kuperman, o simplemente, 'Kuper'.
Tuvo un gran 2012, luego de haber puesto en duda su continuidad en Primera. Su sentimiento por la camiseta hizo que se quede, y su nivel fue subiendo semana a semana, hasta terminar muy arriba. Rondó los 30 goles entre FACCMA y AIFA, y llegó a diciembre con grandes chances de integrar el equipo argentino de Open que buscará el Oro en Israel 2013. Pero el Yehuda va más allá de todo esto. El buen año queda al margen para hablar de este monstruo macabeo.
Kuper jugó en Macabi desde chico, y a los 15 años hizo su debut en Primera. Como contaron en la mini biografía que se leyó en la fiesta con un video de fotos de fondo, fue multicampeón en Inferiores y Primera, y también dio la vuelta con la Selección argentina en los Juegos Panamericanos Buenos Aires 2007. Es un jugador que, más allá de sus cualidades físicas y futbolísticas -rápido, potente, habilidoso y goleador-, siente la camiseta de Macabi como pocos. No sólo deja todo en cada partido,
sino que también lo hace en los entrenamientos y pretemporadas, donde es un ejemplo para todos los jugadores de los planteles superiores del Fútbol Macabeo.
Más allá de ser uno de los mejores jugadores del club, nunca dejó de lado la humildad, y eso es algo que lo hace aún más grande. Su compromiso con el club lo demuestra en cada oportunidad, como por ejemplo -lo más reciente-, moviéndose y siendo uno de los encargados de que la pretemporada 2013 pueda ser realizada en Macabilandia. Además de lo deportivo, tuvo un gran paso por la hadrajá -que está por cerrarse-, donde fue un excelente madrij, mejanej y director, transmitiendo los valores macabeos no sólo corriendo 90 minutos adentro de una cancha.
El año que viene promete mucho en su vida futbolística. Por un lado la Primera AIFA será una de sus prioridades deportivas: con su labor en Educación No Formal terminada, el Kun pasará al plantel dirigido por Lule para intentar conseguir el título en esa liga, que hasta ahora le viene siendo esquivo a Macabi. Además, entrará en la recta final por un lugar en las Macabeadas mundiales y también le dará una mano a la Primera FACCMA de ser necesario, para cortar la racha de seis años sin una vuelta olímpica.
Tal vez no alcancen unas líneas para explicar por qué Kuper es el Yehuda de Oro. Quizás sea necesario compartir un vestuario o una cancha con él, o simplemente verlo jugar o entrenar. Pero para quien todavía tenga alguna duda, quédese tranquilo que el Yehuda de Oro esta en buenas manos. Y mejores pies.
Por Juli Micheles
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